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Ejercicio de respiración para calmar la ansiedad

Si duermes mal te levantas cansado y sintiéndote ansios@ y si estas ansios@ es bastante probable que no duermas bien. Y casi sin darte cuenta, entras en uno de los círculos viciosos que mas merman tu calidad de vida. La ansiedad y la falta de sueño están relacionadas por la amígdala, una estructura del cerebro, que se activa cuando percibe que existe un riesgo para nuestra vida. La falta de sueño se vive como una amenaza para nuestro bienestar. Y como frente a cualquier amenaza, la amígdala provoca la liberación de las hormonas que participan en el mecanismo de huida o lucha. Lo que nos llevará irremediablemente a un estado de ansiedad.


Dormir mal puede hacer perder la alegría de vivir. ¡No es para menos! Las investigaciones confirman que dormir mal aumenta el riesgo de padecer diabetes, depresión, cáncer o enfermedades cardiovasculares. La falta de sueño tiene un impacto negativo en la salud psíquica y física. Y es que el descanso es uno de los tres pilares que sostienen la buena salud. Por si te interesa, los otros dos son la alimentación y el ejercicio.


¿Y qué se entiende por dormir bien? Viene definido por tres parámetros: duración, continuidad y profundidad. Es importante que el sueño dure un tiempo suficiente para que al día siguiente nos sintamos descansados y lúcidos. No es el mismo para todos pero, como promedio, debe estar entre 7 y 9 horas. También debes dormir sin interrupciones y tu sueño tiene que ser profundo para que sea restaurador y efectivo.


Los problemas de sueño ya son una epidemia global, que afecta a la calidad de vida de más del 45% de la población mundial. Pero ojo, cuando hablamos de problemas de sueño no hablamos solo de insomnio. La falta de sueño es dormir cada vez menos horas. En ocasiones comienza de forma tan sutil que no le prestamos la atención que merece. Falta de sueño es, por ejemplo, acostarte a las 12 y despertarte a las 3 o las 4 y luego volverte a dormir, para tal vez volverte a despertar de madrugada.


Es importante que crees tu propio ritual de sueño, con hábitos de vida que te ayuden a favorecer el descanso reparador que tanto necesitas. Horarios regulares, ciertas rutinas, cierto alimentos o suplementos... Pero en ocasiones, cuando la ansiedad nos supera un poco, este ritual necesita una ayuda extra. Para eso, y para siempre que quieras porque mola, te traigo un ejercicio de respiración que te ayudará a reducir el estrés y calmar la ansiedad. Así podrás que dormir mejor.


  • Acuéstate en el suelo, con las dos manos sobre tu barriga.
  • Apoya tu lengua sobre el paladar, cierra tus labios y respira profundamente por la nariz.
  • Inspira profundamente, durante 4 segundos, dejando que el abdomen se expanda y empuje tus manos.
  • Retén la respiración suavemente durante 7 segundos.
  • Exhala lentamente durante 8 segundos.


Repite esta secuencia treinta veces, toma un breve descanso con respiración libre y repite otras dos veces más.


Con Amor,
Natalia



Publicado por Natalia Croissier el 21/04/2019