Esta es una época del año en la que ponerse malo es bastante frecuente. Si los cambios de estación, de temperatura y el frío no te pillan con el sistema inmune pletórico, es probable que tu cuerpo pierda su equilibro y enferme. 

 

Cuando enfermamos, lo habitual es que tiremos de antigripales para intentar sobrellevar los molestos síntomas, que nos causan tanto malestar. Realmente no suele ser la mejor opción, ya que interferimos el proceso de curación natural del cuerpo. Desde luego no sería mi recomendación pero entiendo que a veces nos vemos tan superados por la situación que casi le venderíamos el alma al diablo. 

Para que esta temporada no te sientas mal ni un solo día, Alimentación Konsciente te trae 7 claves, que te conviene tener bien presente si quieres tener un sistema inmune fuerte y a prueba de todas las inclemencias del tiempo. 

Vitamina D

Tener un adecuado nivel de vitamina D, entre 50 y 70 ng/ml, es esencial para que tu cuerpo esté en equilibrio y tu sistema inmune esté exultante. 

Esta vitamina la produces cuando el sol incide directamente sobre tu piel. Por eso, te aconsejo que le pidas a tu médico que te haga un control para valorar tu nivel de vitamina D. Ya que puede ser que necesites un suplemento de vitamina D3 para optimizar tu nivel en sangre. Créeme, es uno de las estrategias más importante que puedes tener en cuenta para fortalecer tu sistema inmune.

Probióticos

Tu salud se construye en tu barriga, en más de un sentido. Y para tener una barriga sana y que sume, los probióticos son la pieza clave. Existen muchas marcas y muchos tipos. No todos son iguales ni de igual calidad. No obstante, busca con tu asesor de confianza uno que te venga bien. Tu salud se verá reforzada. 

Alimentos fermentados

El chucrut y el kimchi, entre otros alimentos fermentados, aportan bacterias saludables a tu intestino, que te ayudarán a equilibrar tu flora intestinal. El 70% de tu sistema inmune se encuentra en tu intestino. Por esto, su equilibrio contribuye a tener un sistema inmune fuerte y una salud a prueba de bombas.

Cúrcuma

¿Cómo podría decirte en pocas palabras todo lo que te mejorará la vida la cúrcuma? Es uno de los alimentos con más propiedades. Destaca sobre todo por tener actividad antiinflamatoria y antioxidante, aunque se le reconocen otras cualidades como la de ser anticoagulante, regular el azúcar en sangre y también el colesterol, potenciar la desintoxicación hepática y la función cerebral, entre otras.

En resumen, esta especia se merece un sí o sí. Pero recuerda que debes consumirla acompañada de pimienta negra o de Cayena y de grasa para que se pueda absorber. 

Ajo

No por casualidad recibe el sobre nombre de “antibiótico de la naturaleza”. A algunos de sus compuestos se les reconocen propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivíricas, además de fortalecedoras del sistema inmune. 

Puedes usarlo fresco o cocinado, lo único que te voy a pedir si lo vas a cocinar es que lo piques o lo aplastes 10 minutos antes de utilizarlo, así su efecto será más potente. 

Y mejor que el ajo blanco, el ajo negro. Si quieres te cuento porqué es tan poderoso en otro post.

Aceite de coco

Cada cierto tiempo sale alguien que nos habla fatal del aceite de coco pero la verdad es que por más que lo estudio no encuentro razones sino para amarlo. Si no te gusta el sabor a coco entiendo que te cueste, pero si no es tu caso, harías bien en usar a diario esta maravilla de la naturaleza. 

Se trata de una grasa saturada de cadena media, esto hace que no se almacene sino que se utilice rápidamente como fuente de energía. En su composición destaca sobre todo el ácido láurico. Este ha demostrado tener propiedades antifúngicas, antibacterianas y antivíricas, también es un gran apoyo para el sistema inmune, el tiroides y el corazón. 

Glutatión

A este antioxidante se le conoce como el “maestro” por ser el más potente de todos los que produce tu cuerpo, tiene un papel relevante en el nivel de energía, un sistema inmune fuerte, una desintoxicación adecuada, etc. Se compone básicamente de tres aminoácidos: cisteína, glicina y glutamina. Sin embargo su producción puede verse afectada por la edad, la mala alimentación, la falta de ejercicio, el consumo de alcohol, la falta de horas de sueño, el estrés o las enfermedades, lo que pondría a tu cuerpo en una situación muy comprometida.

Para mejorar tu nivel de glutatión es importante hacer ejercicio, dormir lo suficiente, moderar el consumo de alcohol y llevar una alimentación equilibrada. Entre los alimentos que te ayudan a aumentar el glutatión de tu cuerpo se encuentran el aguacate, las espinacas, las nueces de Brasil, la cúrcuma, el ajo, la cebolla, el brécol, la kale y todos los que sean fuentes de vitamina C.

¿Ves? Te puedes ayudar de muchas maneras. Es sólo cuestión de saber cómo.