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¿Licuado = DETOX?

Si bien es cierto que tu cuerpo está diseñado para eliminar toxinas de forma natural, puede ser que esta capacidad esté comprometida como consecuencia de los efectos de la vida moderna. El estrés, un estilo de vida sedentario, la contaminación, las malas elecciones dietéticas, la ingente química que nos rodea: alimentos, cosméticos, artículos para el hogar, agua, etc. El resultado de esta “congestión” tóxica que padece nuestro cuerpo es que ganamos peso, desarrollamos enfermedades y perdemos nuestra energía y vitalidad naturales. Y es en este punto dónde los licuados se han propuesto con frecuencia como una solución y un método para disminuir nuestra carga tóxica.

Contrariamente a lo que muchos piensan, tomar licuados no es hacer un detox. Los licuados son -o pueden ser- parte de un detox. Pero estar solo a base de licuados, sin más consideraciones, no favorece la desintoxicación natural de tu cuerpo -que es en lo que consiste un detox-. Aunque no está exento de algunos beneficios como los que te procuras al reducir tu consumo -durante el tiempo que estés a licuados- de alimentos procesados, pro-inflamatorios, de origen animal, ricos en azúcares, etc. A eso le sumas el “descanso digestivo” que el consumo de licuados proporciona a tu cuerpo y que tan beneficioso es. Pero para hacer un detox tienes que tener en cuenta numerosos aspectos.

 

Hacer un DETOX consiste en

favorecer la eliminación natural de toxinas de tu cuerpo

 

En el complejo proceso de la desintoxicación -eliminación de sustancias perjudiciales para el organismo- están implicados seis órganos/sistemas: hígado, riñones, pulmones, piel, sistema digestivo y sistema linfático. Algunas toxinas se eliminan directamente por alguno de estos órganos o sistemas, pero la gran mayoría tienen que ser transformadas en el hígado, por lo que se considera que éste es el director de orquesta. Pero como en toda buena orquesta, todos los músicos deben ejecutar su parte de la partitura en el momento preciso para que la pieza suene bien.

Y aquí es donde un buen programa detox marca la diferencia, enorme, con hacer una limpieza a base de licuados. Incluso aunque la elección de los ingredientes de los licuados fuese la adecuada, para proporcionar al hígado todos los micro nutrientes que son imprescindibles en las dos fases de la compleja desintoxicación hepática, seguiríamos teniendo el problema de que nuestra orquesta sonaría desafinada o no sonaría sin más.

 

Importante: Si estás embarazada o amamantando a tu bebé o estás en tratamiento oncológico, te conviene hacer una alimentación limpia pero no deberías hacer un detox. Consulta con un terapeuta de confianza.

Con Amor,
Natalia



Publicado por Natalia Croissier el 25/04/2018