Es posible que tu cuerpo anhele un detox, como tú unas vacaciones. Hazle caso a los mensajes que te envía tu cuerpo y ten claro que si estás experimentando uno o varios de los siguientes síntomas, necesitas regalarte un tiempo de limpieza y pulsar la tecla de reinicio de tu vida.

• Tu reino -o tu república- por un poco de café, vino, queso o chocolate.
• Anhelas el azúcar como un perro a su dueño.
• Te apellidas Siempre-cansado.
• Tus problemas digestivos están enamorados de ti.
• Tus kilos de más también están enamorados de ti y no parece que vayan a abandonarte.
• Te sientes algo “espeso” y te cuesta concentrarte.
• Duermes menos que un búho.
• El dolor es tu mejor amigo.
• La congestión nasal es tu segunda mejor amiga.
• Sufres & sufren por tu mal aliento.
• No te contratarían para un anuncio de cremas para la cara.
• Tu SPM te tiene atemorizada.
• No dejas escapar un resfriado, más que nada para que no se sienta solo.
• La depresión y la ansiedad se hacen un Juego de Tronos contigo.

 

Un buen detox eliminará los alimentos que sobrecargan tu sistemas de desintoxicación. Y si está bien diseñado te proporcionará nutrientes específicos que activan todos los órganos que trabajan en la desintoxicación. Esto te permitirá “reiniciarte”, deshacerte de los antojos no saludables, detectar los alimentos a los que puedes ser sensible y empezar a desear los que sí que te nutren de verdad. Por otro lado, además de darle un descanso a tu sistema digestivo, permitirás que tu cuerpo se deshaga eficaz y rápidamente de las sustancias tóxicas que acumula, si eliges bien los alimentos para tu detox.

 

¡Un detox puede ser justo lo que necesitas!

¡Estás a un DETOX de sentirte mejor!

 

Importante: Si estás embarazada o amamantando a tu bebé o estás en tratamiento oncológico, te conviene hacer una alimentación limpia pero no deberías hacer un DETOX. Consulta con un terapeuta de confianza.