Me encantan las recetas que puedes adaptar a tu gusto y a tu nevera, porque no hay gustos iguales y porque no siempre tienes todos los ingredientes a mano en el momento que puedes cocinar. Por eso, las recetas como esta, que te permiten modificar o variar los ingredientes me parecen la bomba. En realidad, “adaptar la receta a ti” es algo que debería poder hacerse casi con cualquier receta, sin embargo, con algunas no está tan claro que el resultado te vaya a quedar chulo, salvo que tengas mucha experiencia en la cocina (o que seas muy bueno de boca). Esta crema es de esas en las que puedes sustituir, añadir o quitar ingredientes con facilidad, por eso es tan “molona”.

Ingredientes:

• 2 tazas de caldo vegetal casero
• 2 aguacates
• 4-6 cebollas verdes (solo la parte verde)
• 1/2 taza de kéfir, requesón o yogur natural, de cabra
• 100 gr de chile verde, en conserva (opcional)
• 1 cucharada de vinagre de umeboshi
• 1 cucharada de zumo de lima o limón
• Sal del Himalaya y pimienta negra, al gusto

Guarniciones posibles:

• Rabanitos
• Hojas de cilantro o hierba buena o cebolla verde o cebollino
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal en escamas
• Mezcla de pimientas recién molidas
• Brotes -cualquiera le quedará bien pero los de remolacha son particularmente vistosos-
• Semillas de calabaza
• Tallos de apio -picado muy pequeñito-

Instrucciones:

1. Pon todos los ingredientes en el vaso de tu procesador de alimentos o de tu batidora y procesa hasta obtener una crema homogénea y sedosa.
2. Ajusta de sabor y enfría.

Variaciones:

• Si te gusta el cilantro o la hierba buena, añádele un buen manojo, te quedará espectacular.
• Si te gusta el pepino, añade dos pepinos libaneses -el pequeño- o uno holandés -el grande-. Su adición es una “win-win situation” ya que conseguirás una crema un poco más ligera y aún mucho más alcalinizante.
• Si no te gusta demasiado picante y el chile no es lo tuyo, retíralo de tus ingredientes porque no vas a disfrutar de tu creación. En su lugar puedes poner un diente de ajo o 1/2 cucharadita de ajo seco en sustitución, verás que es mucho más amable.
• También puedes hacer esta crema completamente vegana, retirando el lácteo y sustituyéndolo por puré de almendra o simplemente obviando este ingrediente, quedará fantástica igualmente.
• El jerez seco, si tomas alcohol, le da un toque muy particular y con una cucharada será suficiente. Personalmente, prefiero evitar el alcohol por muchísimas razones pero la cantidad que requiere esta receta es realmente pequeña por porción, así que siéntete libre de cualquier cargo de conciencia si te apetece añadirlo.

Foto de Marie-Ève