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Cremas y sopas

CALDO DE VERDURAS

Una de las comidas más curativas que puedes hacer.


Desde que llega la época de frío, apetece entrar en calor con una taza de caldo humeante. Sin duda su efecto es reconfortante. Pero es mucho más. Es una de las comidas más curativas que puedes hacer, por y para tu cuerpo.


Probablemente sepas que soy una firme defensora de los beneficios del caldo de huesos para la salud. No obstante, el caldo de verduras no tiene nada que envidiar en los beneficios que tiene para tu salud. Es igualmente reminerálizante y alcalinizante.


Hacer un caldo es una de las cosas más sencillas que hay. Y nunca puede salir mal. Basta con que pongas los vegetales que tengas en casa en agua y los cocines con algunas hierbas de tu gusto. 


Pero el caldo que te traigo hoy es la repera. Es uno de los caldos más deliciosos que probarás en tu vida. la de hoy es una receta. Y eso se debe a que asar las verduras en el horno previamente aumenta el sabor y los hace aún más delicioso.


¿Qué ventajas tiene hacer tu propio caldo?


En primer lugar que escoges tus verduras, hierbas y especias. Así puedes adaptar el caldo a tu gusto particular o tus necesidades dietéticas. Esto es especialmente importante para los que están haciendo la dieta FODMAP, la cetogénica o la AIP.


Además puedes elegir la calidad y el origen de tus verduras. Mi recomendación es que siempre que puedas consumas productos locales y ecológicos, o al menos de cultivo consciente.


Cuando haces el caldo en casa te ahorras todos esos ingredientes poco recomendables que encuentras en la mayoría de los productos que se venden: conservantes, colorantes, espesantes, sal refinada, azúcar oculta, potenciadores de sabor, etc.


Además puedes hacer un gran lote y conservarlo en la nevera envasado al vacío durante dos o tres semanas, listo para usar. Si andas siempre con la sensación de no tener suficiente tiempo, esta puede ser una gran estrategia para mejorar la calidad nutritiva de tus platos. 


Por supuesto, si lo prefieres también puedes congelarlo, en cubitos de hielo para aportar nutrientes y sabor en aquellos platos que lleven mucho líquido, o en volúmenes mayores para cuando necesites una cantidad de caldo más grande, como puede ser una crema de verduras o cocinar tus cereales habituales. Congelado lo puedes conservar hasta tres meses.


Ingredientes:

  • 3 litros de agua
  • 5 tallos de apio
  • 5 zanahorias grandes
  • 2 cebollas grandes
  • 1 puñado grande de perejil
  • 1 trozo de jengibre pelado
  • 1 puñado grande de tomillo fresco
  • 5 hojas de salvia
  • 1 cabeza de ajo
  • 1/2 cucharada de cúrcuma
  • Sal del Himalaya y pimienta negra recién molida
  • Aceite de oliva virgen extra


Instrucciones:

  1. Precaliente el horno a 200º. Limpia y corta las verduras y colócalas en una bandeja de horno, bien extendidas.
  2. Rocía el aceite de oliva sobre las verduras, salpimienta a tu gusto. Hornea durante 45 minutos, dándoles la vuelta a los 25 minutos de cocción.
  3. Transfiere las verduras a un caldero grande, salvo la cabeza de ajo -exprime su contenido y desecha la cáscara-. 
  4. Añade las hierbas y el agua cocina a fuego alto hasta que rompa a hervir. 
  5. Baja el fuego y deja que se cocine lentamente entre una hora y media y dos. 

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Con Amor,
Natalia



Publicado por Natalia Croissier el 25/11/2019